También habría que mencionar que, aunque parezca obvio, el consentimiento informado que se tiene diseñado para las atenciones presenciales no es equivalente al requerido para atención virtual, por lo que el análisis de riesgos ante este nuevo panorama jugará un papel trascendental a la hora de ajustar los documentos ya existentes. Esos riesgos están asociados, entre otros, a las consecuencias de la ausencia del examen físico (a menos que se cuente con los equipos de permitan llevarlo a cabo), la seguridad de la información, la política de privacidad, y los derechos de los pacientes frente al tratamiento de sus datos personales sensibles.